Dónde ubicar tu escritorio de trabajo: salón sí o no

El teletrabajo ha puesto patas arriba nuestro hogar. A falta de despacho independiente, muchos hemos tenido que idear una zona específica en casa que nos permita trabajar.
Pegado a la pared, junto a la ventana, bajo la escalera, en una librería, detrás del sofá... La ubicación del escritorio en el salón puede ser muy variada. Incluso, puede que la propia mesa de comedor haga las veces de él. Y todo por esa nueva consigna de convertir el salón en centro multitarea, donde tú trabajas, los niños hacen deberes y los más peques juegan.
Estas son las principales ventajas:
El salón suele ser la zona más amplia de la casa lo que permite que estemos más de una persona trabajando en él sin molestarnos. Sentir la presencia de otro nos hace interactuar socialmente, aunque cada uno esté a lo suyo. Además de amplitud, el salón suele ser la estancia de la casa que cuenta con mejor entrada de luz natural y la que nos conecta con el exterior, lo que supone toda una ventaja para ubicar el escritorio en este espacio. Es importante que el mobiliario de trabajo esté conectado con el resto de muebles de la estancia (materiales, colores, formas...). Disponer de un lugar fijo en el salón para poder trabajar aumenta la concentración, y por tanto, la productividad. Así que es una gran ventaja, ¿no crees?
Pero también tiene sus inconvenientes:
A ninguno nos gusta convertir nuestro salón en una oficina. Ubicar en él el escritorio obliga a mantener un orden severo antes, durante y, sobre todo, después de cada jornada de trabajo. Conviene no invadir demasiado este espacio común que también se utiliza para otros fines (comer, ver la tele, jugar...). Es vital mantener el salón ordenado con estanterías, cajas, bandejas o cestas para poder dejarlo todo recogido al finalizar las tareas.
Uno de los grandes problemas de trabajar en el salón comedor es la privacidad, si vivimos o trabajamos con más personas en casa. Para ello, te proponemos dividir los espacios con cortinas, muebles altos o paneles que nos ayuden a mejorar la acústica y subdividir el espacio para crear una atmósfera más íntima y personal.
La silla del comedor o el taburete de la cocina han estado bien para empezar, pero tras un año de teletrabajo tu espalda se ha resentido y pide a gritos una silla en condiciones, cómoda y ergonómica... ¡Ya tienes algo que poner en tu lista para los Reyes!
Y ahora que lo hemos puesto en una balanza... ¿salón sí o salón no? ¡Tú eliges!
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