El efecto ombré
¿Te has fijado? Últimamente las paredes están convirtiéndose en elementos centrales en la decoración de una casa. Pero eso no ha sido siempre así.
En la última década, las paredes han tenido un papel de lo más neutral, actuando como telón de fondo de un escenario en el que los protagonistas indiscutibles eran los elementos del mobiliario y los accesorios de decoración. Los colores de pared de moda eran los blancos, los grises muy claros, y de vez en cuando alguna nota de color en tonos pastel.
Pero de un tiempo a esta parte, las paredes están reclamando para sí un rol predominante en la decoración. Hasta el punto de que hoy en día, con todas las ideas que hay por ahí, es posible darle a las paredes el timón de un estilo concreto.
Primero fueron los bold colors aplicados a las paredes. Y, más recientemente, están siendo las paredes texturizadas, los wallpapers pintados a mano y las paredes con efecto acuarela. Pero hay otro efecto que está triunfando y que quizá no has visto tanto como los demás. Se trata de las paredes con efecto ombré, una idea deco muy interesante a la que quizá te apetezca apuntarte.
¿Qué es el efecto ombré?
En realidad es muy fácil de entender.
Se trata de pintar una pared creando un degradado en la intensidad del color escogido, yendo de mayor a menor intensidad de forma gradual. El degradado puede ir de abajo hacia arriba o de arriba hacia abajo de la pared, ¡cualquiera de las dos opciones funciona!
El resultado son paredes con un efecto visual muy interesante: efervescentes y con color, pero de una manera muy discreta y elegante.
